Quién es Vance Boelter, el sospechoso del ataque donde murió una legisladora de Minnesota
El detenido tiene 57 años, es padre de cinco hijos, trabaja en una funeraria y fue predicador evangelista en la República del Congo
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LA NACION
El fin de semana trágico en Minnesota terminó con la detención del sospechoso de asesinato de la representante estatal Melissa Hortman y su esposo Mark, en un hecho que el gobernador Tim Walz calificó como un posible “asesinato por motivos políticos”. En incidentes relacionados, el senador estatal John Hoffman y su esposa también fueron atacados a tiros, resultando heridos y siendo sometidos a cirugía.
El sospechoso fue detenido el domingo por la noche, después de una búsqueda de dos días que puso al estado en vilo, y enfrenta cargos de asesinato en segundo grado y de intento de asesinato, también en segundo grado.
El principal sospechoso
Las autoridades estatales persiguieron al sospechoso, identificado como Vance Boelter, de 57 años, durante todo el fin de semana.
El domingo, según consignó el diario The New York Times, equipos tácticos realizaron una búsqueda en el condado de Sibley, a aproximadamente una hora en auto del lugar de los ataques, donde los investigadores encontraron un automóvil y un sombrero pertenecientes a Boelter en un tramo remoto de la ruta.
Mientras los investigadores intentaban esclarecer las causas de los tiroteos, comenzaron a surgir más detalles sobre Boelter. Padre de cinco hijos, había dedicado gran parte de su vida laboral a la industria alimentaria. En un video difundido en redes sociales, relató cómo decidió dejar ese sector para involucrarse en proyectos agrícolas en África central.
Más recientemente, según personas cercanas, había tomado empleos en funerarias, incluyendo la tarea de retirar cuerpos de domicilios particulares y residencias geriátricas, como una manera de afrontar sus gastos.
Boelter también afirmó trabajar para la empresa de seguridad Praetorian Guard Security, donde, según su propia descripción, se desempeña como director de patrullas de seguridad y recibió entrenamiento por parte de miembros del ejército estadounidense, según consta en la página web de la compañía. Se jacta de haber participado en “situaciones de seguridad” en Europa del Este, África, América del Norte y Medio Oriente, incluyendo Cisjordania, el sur del Líbano y la Franja de Gaza. Esta empresa estaría dirigida por su esposa, Jenny, quien fue detenida para ser interrogada, aunque posteriormente quedó en libertad.
En su perfil de LinkedIn, Boelter se presenta como director ejecutivo de Red Lion Group, cuya sede se ubica en la República Democrática del Congo. Sin embargo, más allá de esta breve referencia, prácticamente no existe información pública sobre dicha empresa.
Según declaró su mejor amigo y compañero de vivienda al New York Post, Boelter nunca tuvo su propia empresa de seguridad ni realizó trabajos de seguridad para ninguna compañía; simplemente era un sueño suyo. El amigo incluso mencionó que Boelter contaba con dos vehículos oficiales para esa supuesta empresa.
Por otro lado, la biografía que figuraba en el sitio web de Red Lion Group —ya eliminado— señalaba que Boelter colaboraba con Minnesota Africans United, una organización estatal dedicada a ayudar a inmigrantes africanos en Minnesota. Sin embargo, la organización declaró a The Post que nunca contrató ni pagó a Boelter, ni mantuvo contrato alguno con él, y que este nunca ocupó ningún cargo oficial o extraoficial en la entidad.
La conexión con las víctimas
Boelter fue designado en 2016 como miembro de la Junta de Desarrollo Laboral del gobernador de Minnesota por el entonces mandatario demócrata Mark Dayton. Este organismo, integrado por 41 miembros seleccionados por el gobernador, tiene como objetivo impulsar el crecimiento empresarial en el estado. Más adelante, el gobernador Tim Walz, también demócrata, ratificó su permanencia en el cargo.
Según las actas oficiales, Boelter participó junto a Hoffman en una reunión virtual en 2022 centrada en la situación del mercado laboral tras la pandemia de Covid-19. Sin embargo, las autoridades indicaron no tener constancia de que existiera algún vínculo personal entre ambos.
Aunque el motivo exacto del ataque aún no está claro, el gobernador Walz declaró que el tiroteo parece tratarse de un “asesinato con motivaciones políticas”.
En Minnesota, los votantes no declaran su afiliación política al registrarse y, en 2020, un informe estatal vinculado a la junta de desarrollo laboral clasificó a Boelter como “sin preferencia partidista”. No obstante, según informó The New York Times, David Carlson, compañero de habitación y amigo cercano de Boelter, afirmó que este votó por Donald Trump en las últimas elecciones y era partidario de posiciones antiaborto.
En noviembre de 2018, Boelter instó a sus seguidores en LinkedIn a votar en las elecciones de ese año, señalando que había estado en países donde la gente no podía elegir a sus líderes y que “no eran lugares en los que ninguno de nosotros querría vivir”.
Predicador cristiano y antiaborto
El sospechoso tenía una aparente lista negra con docenas de nombres, según informaron las autoridades a CNN. La lista incluye a demócratas prominentes y figuras vinculadas a Planned Parenthood o al movimiento por el derecho al aborto.
Vance Boelter también es un cristiano evangélico declarado que viajó a África para contar su historia de fe, aunque evitó en gran medida las publicaciones políticas en sus redes sociales públicas y no abordó el derecho al aborto en ninguno de los discursos religiosos.
Aunque, en al menos un sermón, cuestionó deliberadamente la moral estadounidense sobre la orientación sexual, según videos y publicaciones en las redes sociales.
En una charla ofrecida en 2023 en la República Democrática del Congo, Boelter expresó críticas severas hacia los derechos LGBT. “Hay personas, especialmente en Estados Unidos, que desconocen su sexo, desconocen su orientación sexual, están confundidas. El enemigo se ha metido demasiado en sus mentes y almas”, declaró durante un sermón en una iglesia pentecostal del este del país.
Quienes conocieron a Boelter por su labor en la iglesia manifestaron sorpresa al enterarse de su presunta vinculación con la violencia ocurrida el sábado. El pastor McNay Nkashama, que lo conocía como voluntario y predicador cristiano, afirmó que le cuesta reconciliar las acusaciones con la persona que conoció. “De todas las personas que conozco, él no mataría ni a una mosca”, declaró Nkashama en una breve entrevista telefónica con CNN. “No puedo creerlo”.
Los registros también indican que Boelter fue fundador de una organización cristiana sin fines de lucro llamada Ministerios de Revoformación. Una versión archivada de su sitio web lo presenta como un predicador itinerante que llevó su mensaje a distintos lugares del mundo, incluso al Medio Oriente, donde —según se detalla— “intentó acercarse a militantes islamistas para hablarles del evangelio y transmitirles que la violencia no era el camino”. En el sitio se lo identificaba como reverendo y escritor, y se mencionaba la publicación de un libro en el que exponía una visión distinta sobre la naturaleza humana y el vínculo con Dios.
Carlson, amigo y compañero de Boelter desde el cuarto grado, afirmó conocer las armas que poseía, pero aseguró que nunca lo había oído mencionar a ninguno de los dos legisladores baleados. Recientemente, señaló, Boelter había atravesado “dificultades financieras que lo llevaron a buscar trabajo en una funeraria” y enfrentaba “problemas de salud mental”.
En un video publicado en línea, aparentemente para un curso educativo, Boelter dijo trabajar seis días a la semana para dos empresas de servicios funerarios en el área de Minneapolis. En una de ellas, contó, ocasionalmente ayudaba a retirar cadáveres de escenas de crimen y colaboraba con policías e investigadores de muertes.
Según Carlson, los frecuentes viajes a África habrían comprometido sus ingresos y erosionado su poder adquisitivo. “Simplemente se dio por vencido en la vida por alguna razón”, afirmó. “No era una persona resentida, simplemente necesitaba ayuda”, añadió.
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