Tres hombres y un bebé: un par de gemelas, algunos accidentes y el mito del niño fantasma
Tom Selleck, Steve Guttenberg y Ted Danson protagonizaron la comedia más exitosa de 1987; todos los secretos de un rodaje muy divertido
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Para calmar el llanto de Mary, tres solteros tan atractivos como mujeriegos bajan las luces de la habitación y comienzan a cantar “Goodnight, Sweetheart, Goodnight”. A medida que la teatral interpretación avanza, las lágrimas de la pequeña cesan y los improvisados cantantes se dejan conmover por la ternura de la bebé. La escena, una de las más famosas de Tres hombres y un bebé, es apenas uno de los motivos que explican el inesperado éxito que en 1987 tuvo el film dirigido por Leonard Nimoy -el famoso Spock en Star Trek. La película, protagonizada por Tom Selleck, Steve Guttenberg y Ted Danson, fue el mayor éxito de taquilla de ese año en los Estados Unidos. De los enredos reales de filmar con un bebé a la leyenda urbana sobre el niño fantasma, los secretos de un clásico del “cine Shampoo”.
Una joya para Disney
Tres hombres y un bebé irrumpió en la industria por la ventana, y terminó en la lista de los films más vistos en 1987: nadie imaginó que una película sin grandes efectos especiales ni llamativas escenas de acción podía fascinar de esa manera al público. El film, una adaptación de la comedia francesa nominada al Oscar Trois hommes et un couffin, cuenta la historia de Peter (Selleck), Michael (Guttenberg) y Jack, tres amigos que viven en un exclusivo piso de Manhattan y que una mañana encuentran en la puerta de su casa una pequeña bebé. Mientras averiguan cómo contactar a su madre, se ven en la obligación de cuidarla. De la trama también participan un par de traficantes enojados, un puñado de policías y un paquete de heroína.
Antes de llegar a las oficinas de Disney, el proyecto fue rechazado dos veces: primero la presentaron en TriStar Pictures, pero al estudio no le interesó. Luego el entonces presidente de Universal, Sid Sheinberg, la dejó pasar porque consideró que era demasiado naif. Cuando llegó a sus manos, The Walt Disney Company, encontró en el material la historia perfecta para su sello “Touchstone Pictures”, una división creada en 1985 para producir películas orientadas al público adulto. El film se estrenó en los Estados Unidos el 25 de noviembre de 1987, el fin de semana de Acción de Gracias, y logró una recaudación récord de 167 millones de dólares. A nivel mundial, esa cifra se elevó a 240 millones. El éxito de la película impulsó una secuela, Tres hombres y una pequeña dama, que vio la luz en noviembre de 1990.
Galanes, mujeriegos pero... tiernos
Cuando les ofrecieron uno de los papeles protagónicos de Tres hombres y un bebé, Selleck y Danson eran estrellas de la televisión: el primero como el célebre investigador de Magnum, P.I. y el segundo como el camarero Sam Malone en Cheers. “Nos reconocieron por trabajar en televisión”, bromeó Selleck en una charla con Entertainment Tonight cuando el film se estrenó. “¡Fue genial!”, agregó luego. Gutenberg, por su parte, era el carismático, bromista y rebelde Oficial Carey Mahoney de la saga Locademia de Policía, un papel que le dio fama mundial.
Los tres actores congeniaron de inmediato. Incluso, trabajaron a la par para poder comprender la profundidad de cada uno de sus personajes. Tanto fue el compromiso que asumieron que, durante las dos semanas de ensayos previas al inicio del rodaje, Selleck y Guttenberg llevaron a Ted Danson, el único casado del grupo, de gira por Toronto: fueron a fiestas, visitaron algunos clubes nocturnos y pasaron una buena cantidad de noches en bares y restaurantes. De esa forma buscaron reavivar, según contaron, la atmósfera de soltería que debían proyectar en la película.
Dos bebés y varios imprevistos
Cuando leyó el guion de Tres hombres y un bebé, a Nimoy la idea le pareció encantadora. Sin embargo, un asunto captó de inmediato su atención: cómo trabajar con un bebé. “Me daba miedo”, contó en una oportunidad. Para encarar el desafío, la producción decidió que a Mary la interpretaran Lisa y Michelle Blair, un par de gemelas idénticas de cuatro meses. Y la experiencia, incluso con algunos accidentes que terminaron resultando divertidos, superó las expectativas.
El actor que quizá más acrobacias tuvo que hacer con las bebés fue Tom Selleck. En una entrevista junto a Danson que le ofreció a Oprah Winfrey, reveló que algunas escenas fueron tan reales como se vio en la edición final del film. “Una de las cosas más difíciles de hacer es filmar con un bebé, y considerando que esta película es sobre tres hombres y un bebé, la filmación con un bebé puede ser dura”, analizó la presentadora. “No tan dura”, reaccionó Ted Danson. “Eran gemelas. Eso estuvo bueno. Teníamos dos bebés para trabajar. Podían estar cinco minutos frente a cámara y trabajamos la escena ahí. Fueron muy buenas. Era como si hubieran leído el guion antes de rodar”, repasó.

Selleck, en cambio, no pudo decir lo mismo, y recordó la escena en donde junto a Guttenberg le cambian por primera vez el pañal a Mary. “El guion decía que una vez que tuviera el pañal puesto, cosa que hacíamos muy mal, debíamos levantar a la bebé, el pañal caía y ella se hacía pis”, repasó. La producción había ideado un sistema de tubos para simular el líquido, pero no fue necesario usarlo. “Cuando llegó el momento, el líquido era mucho más calentito que en el ensayo, y la bebé literalmente se hizo pis arriba mío. En realidad se hizo pis encima de mí, un montón”, confió entre risas.
El otro pis de las hermanas Blair que quedó inmortalizado en la historia de la industria del cine fue el que mojó la camisa y el pantalón de Selleck en plena sesión de fotos con la famosa artista Annie Leibovitz mientras buscaban la imagen perfecta para promocionar el proyecto. El momento que captó la fotógrafa fue tan genuino y la expresión de Selleck tan real que esa postal fue la elegida para el póster final del film.
Una foto que se transformó en leyenda urbana
Durante muchos años, miles de espectadores creyeron que el set de Tres hombres y un bebé había sido invadido por un niño fantasma: en la escena en la que la madre de Jack (Danson) visita por primera vez a la pequeña Mary la figura de una persona con la mirada fija en la cámara se asoma entre las cortinas. Las teorías se multiplicaron con el tiempo -se llegó a decir que se trataba de un niño que se había disparado en el departamento donde se rodó la película- hasta que en 2017 Selleck terminó con el misterio.
Para celebrar el 30 aniversario del film, Jimmy Fallon invitó al actor a The Tonight Show. “¿Te acordás si hubo un fantasma en tu película?”, preguntó intrigado el anfitrión, y el actor reaccionó con sarcasmo. “Fue un tema importante para las ventas del film cuando salió en video. Capaz que lo inventó Disney”, disparó.
Selleck repasó entonces las distintas teorías que escuchó, y dio por tierra con ellas al confirmar que las escenas del interior del piso no se realizaron en un departamento real. “Filmamos en un estudio, construyeron todo el set allí”, aclaró y sumó que gran parte del film se llevó a cabo en Canadá.
Aún más intrigado que al principio, Fallon quiso saber por qué entonces se ve la figura “fantasmal”. “¿Qué hace ahí? ¡Si le ponés pausa a la película, aparece en la ventana!”, aseguró. “Entiendo que puede dar miedo, pero no creo en la historia porque es ridícula”, contestó Selleck, y contó que lo que en realidad se ve es un recorte de cartón en tamaño real de Ted Danson vestido de esmoquin.
La tercera parte de la saga que no fue
El año 1990 marcó el regreso de Tom Selleck, Steve Guttenberg y Ted Danson a sus queridos papeles de Tres hombres y un beb, pero esta vez para rodar Tres hombres y una pequeña dama, la secuela de la tierna comedia que muestra como Sylvia se muda al piso de Nueva York con la niña y termina enamorándose de uno de ellos. 20 años después, la intención de continuar con la saga apareció firme, pero al poco tiempo -para lamento de los protagonistas- el proyecto quedó trunco.
“Creo que Tres hombres y una novia sería un éxito rotundo”, aseguró Guttenberg en una entrevista con Entertainment Tonight en 2022. “Si pueden hacer una buena historia y un buen guion, no solo una secuela de cómic, ahí estoy”, sumó Selleck. Poco tiempo después, el actor de Cocoon insistió con el tema. “Disfruté mucho trabajar con esos tipos”, le dijo el actor a la revista People. “Y sigo creyendo que hay otra película con nosotros. Honestamente, a la gente le encantaría”, sumó.
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