Gerónimo Rauch: la paternidad, la posibilidad de reunirse con Mambrú y el proyecto que lo llevará a Japón
El actor, cantante y productor acaba de estrenar en Buenos Aires Cinema All-In, un espectáculo inmersivo que hace un recorrido por las canciones que dejaron huella en la historia del cine
10 minutos de lectura'



“La comedia musical es el género donde siento que mejor puedo expresarme”, dice Gerónimo Rauch que protagonizó obras como Los Miserables, El Fantasma de la Ópera, Jesucristo Superstar, Los puentes de Madison y Grease, entre otros éxitos. Radicado en Madrid desde hace casi dos décadas, este actor y cantante (que saltó a la fama en el reality de TV Popstars) acaba de regresar al país para presentar un nuevo espectáculo que creó junto a su hermano, Marcos Rauch.
“Cinema All-In nace de la idea de proponer algo nuevo porque combinamos muchas cosas: el teatro musical (en este caso con las bandas sonoras más conocidas de la historia), la gastronomía y la coctelería. Además, para mí es la posibilidad de salir del típico concierto con mi orquesta en un teatro. Esto es más inmersivo porque vamos a estar entre la gente y van a suceder cosas; se van a sentir parte del espectáculo”, cuenta el exMambrú sobre este nuevo proyecto que ya estrenó hace dos noches y que solo estará por seis fechas en Buenos Aires (28 de junio, 3, 4 y 5 de julio).
-¿Cinema All-In es un proyecto que nació hace cuánto tiempo?
-El año pasado, exactamente después del Colón. Yo vengo trabajando con Sergio Collica, que es el dueño del espacio Origami, hace dos años. El primer año me dijo: “¿El año que viene qué querés?”. Y yo le dije: “El Colón”. Se lo tiré así como algo imposible, y al tiempito me dice: “Tengo el Colón”. El año pasado, me volvió a preguntar: “¿Y el año que viene qué?” Y ahí le dije: “¿Por qué no pensamos algo para tu espacio?”. Y así empezó a surgir esta idea. Tenemos este repertorio que para mí es muy emocionante porque nos va a tocar la fibra a todos.
-¿Cómo fue elegir ese repertorio?
-Gracias a Dios tenemos la dirección musical de Tomás, que es un genio para hilar a través de la música lo que queremos contar y fuimos por temática. Por ejemplo, tenemos la temática de Broken Heart (Corazones rotos), que es el momento melancólico. Tenemos también el momento medley de los ‘80 que es todo bailado. El espectáculo empieza con gran show, salimos todos a escena y luego, los invito a irnos al pasado. Nos vamos a la época del blanco y negro, a la época del fílmico y ahí empieza la nostalgia. Todo esto contado a través de Bob, que es el personaje principal de este show que es un artista de la época del cine mudo. Él se enamora y no sabe hablar, se expresa con el cuerpo pero no con la voz. Y ahí es cuando entra el mundo sonoro que somos nosotros. Van a vivir una noche totalmente distinta, rodeados de talento y con esta historia de amor que los va a conmover.
-¿Esa banda se formó a la distancia? Porque vos seguís viviendo en España...
-Yo sigo viviendo en España. Tomás y yo trabajamos desde 2001 juntos. Confió musicalmente en él cien por ciento. Son nueve músicos y seis cantantes, y la verdad que la fusión fue increíble. Para los cantantes hicimos un casting online y vinieron 1300 personas. Tuvimos que hacer una selección muy exhaustiva. Tenemos mucho talento. Estoy muy orgulloso de haberlos encontrado y también muy agradecido de que ellos hayan confiado en nosotros sin saber lo que era Cinema All-In.
-¿Cómo preparás tu voz?
-Es un registro que hago constantemente para ver cómo estoy. Cuando siento que ya estoy medio fatigado, procuro el silencio; es la única forma. Nada de gritar, nada de boliches, nada de lugares con mucho ruido. Mucho líquido, mucha agua y antiinflamatorios naturales, por ejemplo, el jengibre, la cúrcuma. Después si eso no funciona hay que recurrir más a la química (risas), pero hay que cuidarse.
-¿Este proyecto es, no sé si el más importante de tu carrera, pero quizá el más personal?
-Personal son todos porque yo me involucro siempre cien por ciento. Pero sí lo veo como el comienzo de más presencia mía en mi país. Si esto va bien, yo voy a estar más presente en Argentina, por más de que tengo trabajo afuera. Mi idea es poder volver un poquito más. Mi hijo (12) está allá, entonces donde esté él voy a estar yo, pero también entiende cuando me subo a un avión que es por trabajo y que es mi profesión. La semana que viene llega y va a empezar a viajar conmigo.
-¿Hace cuántos años te fuiste ya de la Argentina?
-Casi 18. Me llamaron para audicionar para Jesucristo Superstar. Acá estaba a punto de hacer Rent, que después lo hizo Tripa. Me quedó pendiente, pero bueno… Ya estoy grande (risas). Me llamaron porque había renunciado el Jesucristo de España. Yo había hecho una producción de Jesucristo acá en Buenos Aires, teníamos videos y los vieron. Fui, audicioné y a la semana estaba viviendo en Madrid.
-De una semana a la otra tu vida cambió…
-Cambió mucho, pero yo me iba por seis meses nada más. Nunca me planteé que me iba a ir para siempre. Y después, surgió más trabajo, me enamoré de la madre de mi hijo y me quedé.
-Todo el tiempo aparecen talentos nuevos… ¿Cómo hacés para que el teléfono siga sonando, más allá de que tengas un nombre en este medio?
-En pandemia, se frenó el mundo para todos y todos los proyectos que yo tenía se cayeron. Y ahí empezó a surgir la autogestión porque o caía o lo generaba yo. En ese momento, me llegó el material de Los puentes de Madison, me enamoré del proyecto, se lo mandé a Gustavo Yankelevich y lo hicimos en Madrid. Así mismo mi discográfica me propone grabar el disco de musicales, que fue el que lancé el año pasado. Ahí empezó este “Gerónimo emprendedor”, más dueño de su destino y más arriesgado. Cinema All-In es una inversión muy grande. Somos casi 60 personas y pienso que es arriesgado pero, a la vez, pienso qué bonito es poder generar puestos de trabajo por una idea que se le ocurrió a Gerónimo y a Marcos. Hay una necesidad nuestra también de empezar a generar una productora artística porque estoy en una etapa en la que quiero empezar a devolver o, mejor dicho, a compartir.

-¿Qué querés compartir?
-A través de un sueño, un deseo o un anhelo nuestro, estamos generando que muchas personas se sumen a este sueño y ojalá algún día el sueño de muchas personas sea: “Quiero trabajar con Rauch & Rauch”. Me encantaría que sea como una marca de calidad, estilo y arte.
-Hoy tenés un lugar como cantante y productor pero, ¿cómo fue ese camino hasta acá? ¿Siempre te trataron bien?
-Yo creo que uno tiene que ser muy fiel a uno mismo. Te podés encontrar con gente que quiera disminuirte o que quiera hacerte sentir que no es tu lugar. Me los encontré en el pasado y me los sigo encontrando porque cuestionan tu idoneidad y tu forma de hacer las cosas, pero hay que ser coherente y hay que saber rodearse bien. Si podés elegir evitar el conflicto con alguien… Yo siempre pero siempre fui muy agradecido de las personas que me dieron oportunidades.

-¿Quiénes son?
-Uf, hay miles pero Gustavo Yankelevich es uno. Julia Gómez Cora, que es la productora que me llevó a España y con la que hice Jesucristo, Chicago, Los Miserables. Cameron Mackintosh, que es mi gran padrino en el Reino Unido con Los Miserables y El fantasma en Londres. Después, mi discográfica, Sergio Collica, que es uno de los socios y dueños de Origami. Todos ellos tuvieron esta cosa de saltar al vacío y decir: “Che, Gero... ¿Qué querés hacer? Dale, vamos. Después vemos como rinde”. Realmente estoy rodeado de locos (risas).
-Recién nombrabas a Gustavo Yankelevich… ¿Es la persona a la que le consultás ante cada proyecto?
-Sí. Primero, es un gran consejero. Segundo, yo lo conozco desde que nací; lo quiero muchísimo. Soy muy agradecido al cariño que nos tenemos. Y suele tener un olfato que por eso está bueno poder consultarle antes de tomar una decisión.
-Cuando hablamos de Gustavo, hablamos también de esa época de Mambrú que fue tu comienzo… ¿Qué recuerdo te quedó a la distancia?
-Acá se lo ve como algo muy importante en mi vida... Que lo fue, porque me hizo muy popular, pero yo lo considero como un trabajo más en mi currículum. Aprendí muchísimo de ese trabajo y tengo cinco amigos con los que sigo en contacto.

-¿Tienen un chat?
-Sí, lo abrí yo hará cinco o seis años. De nombre tiene nuestras iniciales. Siempre que vengo nos juntamos y hacemos un asadito. En 2017 fue la primera vez que pudimos juntarnos los cinco y después la última fue hace dos o tres años. La época de Mambrú fue muy impactante. Tuvo sus cosas lindas y otras no tanto, pero todo es aprendizaje. Cada uno lleva su camino. Ahora Pablo está sacando un nuevo disco con Inmigrantes.
-¿A veces coquetean con volver por un ratito?
-Nos llevamos tan bien que sí. Lo que pasa es que nunca nos sentamos de verdad a hablar.

-Y en esta nueva etapa… ¿Gerónimo se animaría por un ratito?
-Recién te decía que estoy en plan de devolver y agradecer, así que yo creo que sí. Habría que ponerlo en la agenda de todos. Jamás fue un no rotundo de mi parte; simplemente que yo vivo en otro país.
-¿Qué viene después de Cinema All-In?
-No puedo decirlo. Es en otra parte del mundo. Me surgió la posibilidad de hacer algo muy, muy importante en Japón. Mi pianista es el director musical del proyecto y me dijo: “Te quieren ver” y así fue.
-O sea, que tu vida vuelve a cambiar: la rutina de la familia, la de tu hijo, la tuya…
-La única condición que me puso mi hijo es que quiere conocer Japón (risas).
-¿Cómo es para él disfrutar de papá arriba del escenario?
-Creo que le gusta. Siempre ve los shows que hago aunque nunca le pregunté cómo se siente él cuando me ve arriba de un escenario. De chico le costaba un montón porque quería acceder a papá y no podía. Le decían: “No podés subir ahora, papá está cantando en el escenario” (risas), pero creo que lo disfruta.
-¿Cómo sos como papá?
-No sé, habría que preguntarle a él.
-¿Sos un papá culposo por esto de viajar mucho?
-Un poquito sí. Cuando me voy, no le duele, lo maneja bien, pero somos muy cariñosos. Por suerte, está el teléfono, las videollamadas y la posibilidad de poder traerlo acá o llevarlo a Japón.
-¿Te imaginás viviendo en un futuro en la Argentina?
-No me imagino instalándome acá pero Rauch & Rauch también puede estar en España, así que lo veo más como un poder ir y venir. Ese es mi sueño. Es verdad que en la Argentina, y yo lo agradezco un montón, se puede hacer realidad todo lo que te propongas. Es como que no le tenemos miedo al riesgo, apostamos por lo artístico, somos muy apasionados. En cambio, en España es más difícil. Hay que presentar un proyecto ya funcionando. Por eso, Cinema All-In lo presentamos primero acá y si funciona bien, lo llevaremos allá.
Otras noticias de Gerónimo Rauch
- 1
Jorge Marrale: de su relación con Moria Casán a los villanos que interpretó y su nuevo amor
- 2
En fotos: del look “Pitufina” de Rihanna a la feliz estadía de Bradley Cooper y Gigi Hadid en París
- 3
Charlize Theron apuntó contra Jeff Bezos, Lauren Sánchez y su millonaria boda en Venecia: “Apestan”
- 4
Marcelo Tinelli confirmó su debut en Carnaval, el streaming de Jorge Rial, Viviana Canosa y Alejandro Fantino