Esos candidatos que nadie conoce
No son estrellas ni reciben demasiada atención de los medios, pero pelean por un lugar en la historia del cine

"Quiero agradecer a la gigantescamente talentosa Viola Davis. Por Dios, que alguien le dé una película." A los gritos y frente a todos los invitados a la fiesta del sindicato de actores (SAG) que se realizó anteanoche en Los Angeles, Meryl Streep, ganadora del premio a la mejor actriz principal por su papel en La d uda, mencionó a sus compañeros de elenco Amy Adams y Philip Seymour Hoffman, pero destacó especialmente a Davis. La actriz, de 43 años, que perdió en los SAG, tendrá otra oportunidad en los Oscar. De hecho, Davis forma parte de un grupo de nominados que, como dice un artículo de The N ew York Times dedicado a la temporada de premios publicado la semana pasada, "el público no reconocería aun si se le apareciera en la puerta de su casa".
Son seis actores y actrices que rompen con el monopolio de las estrellas sobre la estatuilla dorada. Más que por su carisma o sus constantes apariciones en las revistas de chismes, estos intérpretes llegaron a las nominaciones por sus conmovedoras actuaciones. Algunos tienen caras conocidas, pero es complicado unirlas a un nombre en un lista. Ese es el caso de Richard Jenkins, candidato al premio al mejor actor principal por su papel en El visitante , una película independiente que se estrenará el 26 de febrero en la Argentina.
Claro que alcanza con una imagen de Jenkins para reconocerlo como el patriarca de la familia Fisher en la serie Six Feet Under o el papá de Jennifer Aniston en Se dice por ahí , entre muchos otros papeles que hizo tanto en cine como en TV . Algo similar sucede conFrank Langella, que en Frost/Nixon: la entrevista del escándalo repite la composición de Richard Nixon que ya había hecho en el teatro. Langella, un veterano del escenario y la pantalla grande, tiene 71 años y hasta ahora sus papeles más populares en el cine fueron como Drácula en una versión del cuento de vampiros de 1979 e interpretando a Skeletor, el villano del film basado en el dibujo animado He-Man. Aunque Langella ya ganó tres premios Tony-uno por su Nixon- ésta es su primera nominación al Oscar.
Michael Shannon también es un primerizo en lo que al dorado premio se refiere. En realidad, este actor logró destacarse más que Leonardo Di Caprio en Só lo un sueño. Shannon interpreta en la película que encabezan DiCaprio y Kate Winslet a un desequilibrado matemático que da tanta pena como miedo. Shannon recibió una nominación al Oscar como actor secundario, mientras que los protagonistas se quedaron con las manos vacías.
La sorpresa de su vida
Pocas actrices deben de haberse sorprendido tanto como Melissa Leo cuando el jueves pasado, muy temprano, recibió la confirmación de ese rumor que circulaba en Hollywood desde hace un año cuando la película que protagoniza, Frozen River , se estrenó en el festival de Sundance. De larga trayectoria, Leo es una virtual desconocida -los fisonomistas la recordarán como la esposa del personaje de Benicio del Toro en 21 gramos- en el cine de los grandes estudios y, sin embargo, el próximo 22 de febrero competirá con Winslet, Streep, Anne Hathaway y Angelina Jolie por el premio a la mejor actriz principal.
Pero ninguno de la lista de estos talentosos desconocidos lo es más que Taraji P. Henson. Es que ni si quiera Brad Pitt, que compartió todo el rodaje de El curioso caso de Benjamin Button con ella, logró reconocerla en su versión para la alfombra roja. Algo parecido le sucede a Viola Davis, dueña de una historia personal que hace que su triunfo profesional sea aún más dulce.
"Siento que logré algo. Es un triunfo muy dulce y mi pasado me ayudó a formar mi carácter y me dio una perspectiva diferente, porque sabés que no importa en cuántos hoteles cinco estrellas duermas, seguís siendo la nena de Rhode Island a la que corrían con piedras de casa al colegio porque era miserablemente pobre y negra", contó Davis a LA NACION en el tiempo de la promoción de La duda, en Los Angeles. Sin timidez ni remilgos, la actriz habló sobre su infancia en un departamento infestado de ratas y de cómo su amorosa familia dependía del Estado para su subsistencia, y hasta se animó a opinar sobre el racismo que todavía existe en la industria del cine.
"Cuando se trata de actrices blancas ves todos los tipos de belleza: la adolescente, la de veintipico y la de cincuentipico, como Meryl Streep. No todas tienen que ser Grace Kelly. Se ve una amplia gama, y no veo que eso suceda con las mujeres negras. Veo a Halle Berry, ella es la representante de la belleza negra. Y hasta que no vea esa diversidad en las actrices negras, para mí el racismo sigue ahí", se entusiasmó la actriz, y recordó que sus comienzos estuvieron a la mayor distancia del glamour de Hollywood que se pueda imaginar.
"Empecé en el living de mi casa porque necesitaba un escape. Mi hermana y yo jugábamos a que yo era Sophia Loren y ella era Marilyn Monroe. Inventábamos todo un universo donde estas dos mujeres tenían todo, podían ser todo, eran asquerosamente ricas, y nos metíamos en ese mundo por horas hasta que ella, no yo, salía del personaje. «No sos Sophia Loren, no tenés diamantes, no vivís en una mansión. Vivís del seguro social, tu nombre es Viola Davis», me gritaba mi hermana y yo me ponía a llorar", recuerda Davis, ahora con un sonrisa, porque es cierto que no se parece en nada a la diva italiana, pero la nena del living desvencijado ahora está nominada al Oscar.
En carrera
- Anteanoche, en la ceremonia de entrega de los premios que otorga el sindicato de actores norteamericanos (SAG), Sean Penn ganó como mejor actor por Milk , Meryl Streep triunfó en la categoría femenina por La duda, mientras que Heath Ledger ( Batman ) y Kate Winslet ( El lector ) fueron elegidos como los más destacados intérpretes secundarios. El elenco de Slumdog Millionaire se llevó el premio al trabajo conjunto, mientras que en TV Mad Men fue el mejor drama y 30 Rock, la mejor comedia.