La educación, primero
Resulta inexplicable que se pretenda anteponer los intereses de algunos sectores afectando la concurrencia a clases de niños y jóvenes
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Pocas dudas caben respecto de la pertinacia del secretario de Turismo de la Nación, Daniel Scioli, para lanzarse detrás de los más diversos objetivos, tal como lo ha demostrado a lo largo de varias décadas de actuación pública. Recientemente, el multifacético personaje pidió a las autoridades porteñas que consideraran postergar el comienzo del ciclo lectivo hasta después de los carnavales, un fin de semana extralargo de cuatro jornadas, dado que el lunes 3 y el martes 4 de marzo serán feriados. Esta popular celebración, vigente desde 1956, había sido eliminada en 1976 y restablecida en 2011 durante la gestión kirchnerista.
En 2024, nuestro país obtuvo el podio por ser el que dispone de más feriados en toda América Latina: contabilizaba 19. La tendencia se sostendrá este año, teniendo en cuenta aquellos agregados precisamente para fines turísticos o puente, con una mayoría de fechas inamovibles entre semana.
No es posible seguir pensando en agregar feriados, con el consiguiente parate laboral y educativo que ello implica
La pérdida de días de clases afecta la formación de nuestros niños y jóvenes tal como surge, entre otras cosas, de las pruebas internacionales sobre la calidad de los aprendizajes. En relación con el resto del mundo, la disparidad en cantidad de horas es importante y no es posible pensar en seguir abonando festivales de feriados con el consiguiente parate laboral y educativo. En 2007, cuando Cristina Kirchner asumía el primer mandato como presidenta de la Nación, había apenas 12 feriados nacionales. La demagogia política los multiplicó.
El calendario escolar bonaerense se inicia el 5 de marzo, después de los feriados de Carnaval, para todos los niveles, y se extiende hasta el 22 de diciembre. Las restantes provincias están presentando en estos días sus cronogramas.
Las diferencias entre el gobierno nacional y el porteño quedaron a la vista nuevamente en torno a este tema. El pedido del secretario fundado en cuestiones que considera de “sentido común” llegó cuando los anuncios sobre el calendario del distrito ya se habían dado a conocer. Cabe preguntar si ese mismo sentido común es el que aplicó el Gobierno para prorrogar el impuesto del 7 por ciento sobre pasajes al exterior, extralimitándose en una materia como la tributaria, que es exclusiva competencia del Congreso.
La decisión del gobierno porteño de negarse a retrasar el comienzo de clases para favorecer al turismo debe ser ejemplo para otros distritos
La flamante vocera del jefe de gobierno porteño, Laura Alonso, salió al cruce del exmotonauta al afirmar que para las autoridades de su distrito “la educación es una prioridad indiscutida” y que “el inicio de clases no es negociable”. Confirmó así que las clases comenzarán en la Capital Federal el 24 de febrero para los niveles iniciales y primario, y el 5 de marzo para todas las modalidades del secundario. Directivos y docentes arrancarán con reuniones de equipos y capacitaciones a partir del 10 del mes próximo. “La educación de los chicos está siempre primero”, dijo, taxativa, y le asiste la razón.
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