William Barry Holmes, Che Guevara y el rugby
4 minutos de lectura'


Entre tantos mitos que el rugby acumula a lo largo de su historia, hay dos personajes legendarios que alguna vez tuvieron un punto de encuentro: William Barry Holmes, el único que jugó para los seleccionados de la Argentina e Inglaterra, y Ernesto Guevara de la Serna, que antes de transformarse en el Che cultivó la pasión por el rugby como jugador y periodista. Barry Holmes murió el 8 de noviembre de 1949, a los 21 años. El 18 de junio de 1951 se le rindió homenaje mediante una placa que la Unión de Rugby del Río Paraná entregó a sus familiares en ocasión del encuentro que Old Georgian, el club de aquel fabuloso back, sostuvo con Estudiantes, de Paraná. Esa tarde, Guevara fue el cronista para la revista Tackle, en la cual firmaba bajo el seudónimo “Chang-cho”. Y escribió: “Finalizado el partido, el señor Benavente, descubrió una placa recordatoria del malogrado internacional Barry Holmes, agradeciendo, en nombre del club, al presidente, señor Huxley. Es digno de hacer notar que la placa fue adquirida con el importe de la venta de Por qué suena el silbato, editado por la Unión de Rugby del Río Paraná”.
Esa placa está en una de las paredes de la sede que Old Georgian tiene en la calle Gutiérrez, a pocos metros del Jardín Botánico de la Ciudad de Buenos Aires. Barry Holmes fue una de las figuras del club que fue un brazo del colegio San Jorge, de Quilmes; que salió tricampeón en la década de 1930; que durante años se quedó prácticamente sin equipo porque sus jugadores combatieron y murieron como voluntarios en la primera y la segunda guerras mundiales, y que en los años setentas llegó a tener seis Pumas al mismo tiempo.

En el fabuloso libro de Old Georgian que escribieron los periodistas Oscar Barnade y Víctor Raffo se cuenta una historia protagonizada por Tomas Hudson, presidente del club en 1966, que al estar estudiando en Cambridge tuvo la ocasión de saludar a Isabel Bowes-Lyon, la mujer del entonces rey Jorge VI y madre de la actual reina, Isabel II. Al enterarse de que era argentino, la monarca le exclamó: “¡Oh, Barry Holmes! ¿Usted lo conoció?”. Holmes era una celebridad en Inglaterra por su calidad como jugador de rugby pero también como un sporstman, ya que se destacaba en atletismo, tenis y cricket.
Holmes nació en Buenos Aires el 6 de enero de 1928. A los 9 años ingresó al colegio San Jorge y a los 17 debutó en la primera de Old Georgian. Jugaba de centro y además de hábil en el manejo de la pelota era un excelente pateador. En 1947 se fue a estudiar agronomía a Cambridge y ese año fue seleccionado para jugar en el famoso combinado Oxford-Cambridge. En ese equipo, en 1948 viajó a la Argentina para enfrentarse con el seleccionado nacional, que en ambos partidos perdió por 17-0 y 39-0. Holmes, ya convertido en fullback, anotó dos conversiones y un drop en el primero, y un try en el segundo.

En 1949 logró la hazaña. Jugó por Inglaterra el Cinco Naciones, y al volver a la Argentina, lo hizo en el seleccionado en los dos tests con Francia. Pero ése fue su último año. Viajó junto a su mujer a Salta porque lo habían contratado como ingeniero agrónomo en Nobleza de Tabacos. Después de 36 horas de tren, empezó a sentirse mal. Creyó que la fiebre iba a bajar transpirando: jugó dos partidos de tenis seguidos. Pocas horas después murió de fiebre tifoidea. Un mes y medio más tarde nació su hijo, William Barry Timothy Kennedy Holmes.
Guevara actuó en Estudiantes, de Córdoba; San Isidro Club; Yporá, y Atalaya. Su hermano Roberto fue back en la primera del SIC. Ernesto firmaba así en la revista Tackle, una de las más antiguas dedicadas a este deporte, porque le decían “Chancho” a raíz de su aspecto desaliñado. Era un apasionado del rugby. En los partidos salía de la cancha para inhalar el spray contra el asma y volvía a jugar. Su último partido coincidió con el año en el que Holmes brilló y murió.


Otras noticias de Una mirada del rugby
Un fenómeno único. Las razones por las que Argentina tiene el rugby más fuerte del mundo
Un viaje maravilloso. El legado de Free Lance: mi última nota en LA NACION y también en el periodismo
“Que tenga conceptos similares a los nuestros”. Otra muestra de que el rugby argentino sigue defendiendo sus valores
- 1
Así quedó la tabla histórica de campeonas del Masters 1000 de Roma, tras el título de Jasmine Paolini
- 2
Horacio de la Peña, del tenista cancherito al entrenador apasionado: “Cuando la pelota me corría, era muy difícil ganarme”
- 3
Fórmula 1, en vivo: cómo ver online el Gran Premio de Imola, con Franco Colapinto
- 4
Dónde ver en directo online la carrera de Franco Colapinto en la Fórmula 1