Último sábado de la Feria con best sellers femeninas y el libro que unió a Borges y Bergoglio
A dos días del cierre de la Feria, la Rural estuvo repleta; el director del Instituto Cervantes presentó una joya literaria
3 minutos de lectura'

La Feria del Libro vivió este sábado una de sus jornadas más intensas y concurridas, marcada por la presencia de voces femeninas contemporáneas convocantes. Desde novelistas románticas hasta figuras del trap, hubo una programación diversa que dejó pasillos colmados y salas repletas.
A última hora de la tarde, se presentó el libro El Papa Francisco, Borges y la literatura, con una mesa integrada por Luis García Montero, director del Instituto Cervantes; María Victoria Kodama, presidenta de laFundación Borges; y el académico Lucas Adur. Por iniciativa del Instituto Cervantes, se reeditó el libro que unió a Borges y Jorge Bergoglio, mucho antes de que fuera nombrado Papa. Como contó García Montero, el volumen incluye el prólogo original del autor de “El Aleph”, escrito especialmente en 1965 para el libro que reunió los cuentos de los alumnos del “profe” de Literatura Bergoglio, en una escuela de Santa Fe. Y, como detalló María Victoria Kodama, también se sumaron algunos de los relatos ganadores del concurso literario para jóvenes de la Fundación Borges. Varios de ellos estaban presentes en la Sala Victoria Ocampo.
Más temprano, una de las presentaciones de mayor convocatoria fue la de Perreo. Una revolución, el primer libro de la cantante Cazzu, quien se subió al escenario ya no como ícono de la música urbana sino como autora. Con mil entradas agotadas e invitadas especiales en primera fila, entre ellas, La Joaqui, también referente del género, la charla en la Sala José Hernández moderada por la periodista y escritora Romina Zanellato explotó en aplausos ante la presencia de la “jefa del trap”, quien reflexionó sobre el empoderamiento, su experiencia en la música y su vínculo con la escritura a través del libro, definido como un “ensayo autobiográfico”. “El trap, como pudo haber sido la nouvelle vague en el cine, marcó el nacimiento de un movimiento; yo estuve ahí y fui la mujer con más peso en ese momento –dijo–. Escribir me ordenó ideas y me hizo dar cuenta de heridas y procesos a los que logré bajar el volumen”.
Luego, la misma sala recibió a Elísabet Benavent, la best seller española autora de la saga Valeria. Acompañada por Ivana Kasper, la escritora realizó un emotivo recorrido por toda su obra, generando un intercambio con su público, en su mayoría lectoras que esperaron ansiosas para conseguir una firma. Sobre su historia llevada con éxito a la pantalla de Netflix, comentó: “Escribí Valeria para reencontrarme con mis amigas, porque justo acabábamos de mudarnos de nuestra Valencia natal y las mezclé como en una batidora y cree a los personajes. Escribir era un túnel a un sitio feliz. Con Valeria todo fue bonito”.
Otra estrella internacional que brilló ayer fue Alice Kellen. La autora española presentó su última novela, Quedará el amor, en una Sala Hernández colmada. “Es de una carga dramática alta pero, pese a ello, es muy luminosa. Me gusta encontrar la belleza en medio de las cosas duras e inevitables de la vida”, dijo sobre la historia. Tras compartir que ya ha comenzado a dar forma a una nueva trama, “con muchos secretos, la de un grupo de amigos y sus vidas en el transcurso de un año”, también confirmó que está en marcha la adaptación audiovisual de su libro El mapa de los anhelos.
Ayer también participaron la autora juvenil Pamela Stupia, con su nueva obra, Donde las mentiras sean eternas, y la escritora Florencia Canale, con su última novela, La cruzada, en una jornada que se vivió como una auténtica fiesta.
Otras noticias de Arte y Cultura
- 1
Gauguin, un espíritu salvaje: desgracias, penurias económicas y una vida promiscua que lo enfrentó con la justicia
- 2
Agatha Christie murió en 1976, pero es la nueva profesora de escritura de la BBC gracias a la IA
- 3
7 recomendados de arte y cultura para esta semana
- 4
Último sábado de la Feria con best sellers femeninas y el libro que unió a Borges y Bergoglio