Memorias del dolor
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La historia de la elefanta Madhubala es un testimonio de nuestra cruel desconexión con la vida en este planeta. Separada de su madre en Tanzania, África, hace casi 17 años, fue trasladada al zoológico de Karachi junto con una de sus hermanas. Las condiciones eran allí por completo inadecuadas; más allá, claro, de la despiadada separación de su grupo de pertenencia, dado el carácter fuertemente social de estos animales. En 2022 debieron operarla de un colmillo infectado. Se recuperó, pero poco después su hermana murió en un incidente trágico. A la elefanta le quedó entonces, como único compañero, un viejo neumático. En noviembre, finalmente, Madhubala fue trasladada al Parque Safari, también en Karachi, con condiciones más adecuadas y donde se reencontró con dos de sus hermanas. Pero ahora padece de tuberculosis. Después de tanto sufrimiento, no asombra.
