Con bisturí y pincel, restauran el monumento a Simón Bolívar, una obra histórica del Parque Rivadavia
La escultura de gran escala y valor histórico, creada por el artista José Fioravanti, se inauguró en 1942; estiman que la tarea concluirá en un mes y medio
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Los vecinos de Caballito advirtieron hace unos días que el Monumento a Simón Bolívar estaba vallado, cubierto por una malla de seguridad de color azul. Los profesores de gym y de salsa, que usaban la base como plataforma, tuvieron que mudar sus clases a otro sitio, y los chicos que solían trepar la figura ecuestre del libertador, contentarse con los árboles del parque. Es que el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana del gobierno de la ciudad de Buenos Aires comenzó la restauración de la obra del genial artista José Fioravanti, que está ubicada en el Parque Rivadavia. Por iniciativa de la Comisión Nacional de Monumentos, de Bienes y de Lugares Históricos y decreto del presidente Mauricio Macri, desde 2019 el complejo escultural tiene estatus de Monumento Histórico Nacional. Se estima que los trabajos concluirán en un mes y medio, aproximadamente.
La intervención está a cargo del taller especializado Monumentos y Obras de Arte (MOA), que se encarga de la conservación y puesta en valor del patrimonio de la Reina del Plata, informaron desde el ministerio a cargo de Ignacio Baistrocchi. Los trabajos incluyen una limpieza de los grupos escultóricos, la consolidación estructural de la obra y la aplicación de una protección sobre la superficie.
El monumento -que se inauguró el 28 de octubre de 1942- está constituido por una figura ecuestre de Bolívar en bronce fundido, de 3 m x 1.52 m x 3.20 m; un gran arco de mármol blanco, con cuatro bajorrelieves (“Juramento”, “Guayaquil”, “Lucha” y “Paz”) y dos esculturas femeninas y alegóricas de mármol tallado: La Inspiración y La Gloria, de 2 m x 0.98 m x 0.98 m, sostenidas por una basa de aproximadamente 1.25 m x0.98 m x 0.98 m. La inscripción principal, en el frente, dice: “A Simón Bolívar, la Nación Argentina”.
“Las plazas y parques de la ciudad son un museo a cielo abierto: cada escultura y cada monumento es testimonio de nuestra identidad, de nuestra historia y de la enorme riqueza cultural que nos distingue -dijo el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri-. Por eso trabajamos para cuidarlos y preservarlos”.
Baistrocchi puntualizó que en la ciudad hay más de 2400 esculturas y monumentos. “Cada restauración busca lo mismo: conservar el patrimonio público y que los vecinos puedan disfrutarlo en buenas condiciones -indicó el ministro-. Este monumento es parte de nuestra historia y por eso lo restauramos, pero también necesitamos del compromiso de todos para mantenerlo”.
Cómo se restaura el monumento
Restauradores del MOA trabajan de lunes a viernes sobre el monumento. La tarea comienza con una limpieza mecánica en seco en la que se utilizan pinceles, bisturíes y lecrones para remover incrustaciones superficiales; además, se quita la vegetación invasiva que pueda dañar la estructura.
Luego se realiza una limpieza química que consiste en la desalinización mediante el uso de compresas de agua desmineralizada y cepillado, y la aplicación de un biocida eliminar organismos que puedan dañar los materiales. Este tratamiento se completa con un cepillado adicional y un enjuague final con agua a presión controlada (no hidrolavado, advirtieron los funcionarios).
Después se llevarán a cabo tareas de nivelación y consolidación estructural de la obra, con la aplicación de anclajes en las placas de revestimiento superiores. Se colocarán pernos de acero inoxidable, cubiertos con mortero de cemento coloreado y aditivado. Las placas de revestimiento y la estructura, así como los relieves del arco, serán tratados con los materiales adecuados.
La figura ecuestre central se mantendrá sin intervención, ya que presenta una pátina estable, y solo se retirarán los grafitis que hay en la parte inferior.
Fundado en 1952, el MOA es el taller más importante de la ciudad de Buenos Aires. Se encarga de la restauración, conservación, puesta en valor y limpieza de las esculturas y monumentos porteños que, en muchos casos, son centenarios y sufren daños por el paso del tiempo, el clima o el vandalismo. Está ubicado en Adolfo Berro 3880, dentro de la Plaza Sicilia en el Parque Tres de Febrero, y cuenta con un equipo de restauradores, escultores y otros profesionales que trabajan para conservar cientos de monumentos que incluyen estatuas, bustos, placas, mástiles, fuentes y monolitos.
Actualmente, el MOA se encuentra en proceso de ampliación y revalorización. La obra incluye la creación de pabellones con áreas de trabajo con el equipamiento necesario para las restauraciones y con espacios a los que podrá acceder el público, un área para el archivo que consultan investigadores y un salón de usos múltiples donde se darán charlas y se realizarán actividades culturales.
En el edificio del MOA, que también forma parte del patrimonio histórico porteño, vivía el personal doméstico que trabajaba en la quinta de Juan Manuel de Rosas, entre 1835 y 1854.